INTRODUCCIÓN

Desde hace años ha sido una política de la Revista Chilena de Literatura recoger actividades docentes o de investigación que se realizan en el Departamento de Literatura, para, a partir de ellas, convocar a un número monográfico con amplia participación externa. Así lo hicimos con el número 79, dedicado a Pablo Neruda, también con el número 84, dedicado a las Humanidades –que surgió de la reflexión de varios académicos de la Facultad de Filosofía y otras–, con el número 85, dedicado a la literatura de Europa y América colonial y recientemente con el número 88, centrado en la literatura y cultura brasileñas, lo que ha significado en varias ocasiones publicar tres números al año en vez de dos, tarea que ha contado con el apoyo de Conicyt. Continuando con esta línea, el número monográfico 89 –que el lector tiene en sus manos– trata del Barroco Fronterizo, tema que surge de las actividades docentes y de investigación del Grupo de Estudios sobre el Barroco y Neobarroco en Chile, dirigido por la profesora de nuestro departamento Luz Ángela Martínez, quien es también la coeditora invitada para este número.

El grupo de estudios –tal como el número monográfico que estamos introduciendo– tuvo un carácter interdisciplinario: integrado por artistas visuales (Catalina Donoso y Luis Bernardo Guzmán), por un académico de la Facultad de Artes (Sergio Rojas), por poetas (Eugenia Brito y Felipe Cussen) y profesores de nuestro departamento (la editora invitada y David Wallace). También por estudiosos extranjeros: Roberto Echavarren y Adrián Cangi.
A partir de ese grupo de estudios se realizó una convocatoria amplia a críticos y creadores latinoamericanos. En esta perspectiva, el número 89 recoge la reflexión de diversos estudiosos nacionales y extranjeros que participaron en las distintas etapas y ámbitos de estudio del Barroco y Neobarroco: desde la literatura, la música, las artes visuales, la crítica y la filosofía.
Uno de los objetivos centrales de este número es instalar la pregunta por el Barroco en la escena cultural chilena e interrogar sus afinidades y diferencias con los desarrollos históricos del Barroco latinoamericano. Interrogantes que llevaron del Barroco al Neobarroco y a la exploración de sus fronteras estéticas, históricas y geográficas, tanto en el espacio de lo colonial como en clave global. Especial atención se prestó a las contaminaciones que acontecen o acontecieron a lo largo de los siglos en las fronteras internas y externas de la expresión barroca; de ahí el título de Barroco Fronterizo. La interdisciplinariedad en el estudio produjo rutas reflexivas distintas y a veces divergentes, que hemos intentado recoger, diferencias que por otra parte hacen presente la vitalidad de lo que hemos llamado Barroco Fronterizo, tanto en Chile como en otros países de América Latina.

Bernardo Subercaseaux
Director

Luz Ángela Martínez
Editora Invitada